



Y solo al ver esas fotos, me transmiten algo. ¿Que? no lo sé.
Es algo difícil de explicar, ya lo he dicho reiteradas veces...
Siento... siento... Que ella estaba tendida en el suelo, en ese suelo gris de realidad, donde no reinan los sueños ni la paz, ella no podía tener una almohada allí con la cual taparse la cara y tomarse el boleto al reino de los sueños. Ella estaba perdida en esa triste realidad.
Un día decidió: mirar hacia arriba, no más hacia el horizonte donde todos señalan, ella buscó su propia verdad. Ella propuso que su verdad estaba en ese tenue rayo de sol que entraba cautivo por su ventana todas las frescas mañanas.. que un día se convirtieron en calidad tardes de verano.
Ella decidió mirar al cielo, que ese rayo penetre sus ojos y arrancar una flor tan natural como su piel... y posarla en su boca. De ahí en más sus palabras son del alma, vienen del sol y las flores... de la naturaleza, con una paz dicha de ella.